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lunes, 26 de noviembre de 2012

LA PSIQUIS HUMANA

Introducción La psiquis humana es el orden mental basado en el funcionamiento del intelecto, la emoción y la voluntad, que son los tres aspectos básicos de nuestra mente, que también pertenecen a la psiquis. Para los filosofos griegos, la interpretación de psiquis es lo mismo que espíritu. El corazón, es un impulso que existe en un estado previo al del intelecto, a la emoción y a la voluntad. El corazón es, para darle una definición, “el impulso emocional irrefrenable de buscar alegría a través del estimulo que nos retribuyen los seres y los objetos con los cuales nos relacionamos”. Estos son los tres aspectos de la psiquis humana, el corazón, la mente y el tercer aspecto basado en estos dos son: conocimientos, pensamientos, sentimientos, emociones, percepciones, sensaciones, discernimientos, etc. Esta es la esencia del ser humano, es espiritual, metafísica, psicológica; o sea que es intangible, invisible, no se puede ver, ni tocar, pero se expresa a través de los cinco sentidos físicos. El trabajo y la formación de la sociedad humana aparecieron como resultado de los cambios graduales en la manera de vivir de los monos altamente desarro¬llados de que procede el hombre. Los antecesores del hombre tenían extremida¬des anteriores bien desarrolladas que utilizaban para gatear, coger cosas, palpar objetos, etcétera. El desarrollo ulterior condujo a que estas extremi¬dades se especializaran más en estos actos e intervinieran menos en la marcha, que se hizo función exclusiva de las extremi¬dades posteriores, lo que conllevó a la marcha en posición vertical. La Psiquis La psique, del griego ψυχή, psyché, «alma», es un concepto procedente de la cosmovisión de la antigua Grecia, que designaba la fuerza vital de un individuo, unida a su cuerpo en vida y desligada de éste tras su muerte. El término se mantiene en varias escuelas de psicología, perdiendo en general su valor metafísico: se convierte así en la designación de todos los procesos y fenómenos que hacen la mente humana como una unidad. La psiquis no es sólo la conciencia del individuo, como tampoco es una suma de su conciencia y su inconciencia, o siquiera un trinomio entre estos y el superego. Esta diferenciación entre "sectores" que parecen llevar a cabo tareas relativamente definidas fue adoptada y estudiada por Freud, aunque él mismo reconoce que no se trata en verdad de entidades claramente delimitadas, sino parte de un todo, la psiquis. En las concepciones antiguas, la psiquis se definía a partir de la contrapo-sición entre lo físico y lo psíquico. En estas consi¬deraciones, el concepto de lo físico era semejante al concepto de materia, y muchas veces se reducía a una idea sobre la sustancia. Por supuesto que tratar de esclarecer qué es la psiquis partiendo de premisas semejantes, no puede menos que conducir a formulaciones erróneas. De acuerdo con el materialismo dialéctico, lo material en general no se haya limitado a lo físico y, naturalmente, no todas las formas de la realidad material se caracterizan por sus medidas físicas; por ejemplo, las relaciones interpersonales en toda sociedad humana son materiales en un sentido estricto materialista-dialéctico; estas relaciones existen en un determi¬nado tiempo y espacio, sin embargo, la extensión y el tiempo de las relaciones interpersona¬les no se miden con medidas físicas. Preguntar acerca del grosor de estas relaciones es tan absurdo como preguntar lo mismo sobre los de¬seos, o sobre la alegría, o sobre los conceptos y representa¬ciones. Cuando lo material se limita a lo físico, entonces todo lo que no es físico se toma por no material y la evidencia de su exis¬tencia es analizada como una comprobación concreta de que existe el ser ideal. Sin embargo, este es un error demasiado vulgar. Lo ideal como tipo especial del ser no existe; sin embargo, esto no quiere decir que no exista lo ideal. Cuando se habla de lo ideal se tiene en cuenta la imagen de cualquier objeto, fenómeno o proceso. Lo ideal es precisamente la imagen del objeto y no el objeto en sí. Esa imagen representa a un objeto solamente en sus rasgos más esenciales. La superioridad psicológica del reflejo del objeto en su forma de imagen, consis¬te en que en ésta se encuentra representado solamente aquello que es importante para llevar a cabo una acción física o mental. A diferencia de lo material, que existe independientemente de lo psíquico; la imagen existe sólo en la psiquis. Lo ideal no es una clase de ser, sino que constituye un conjunto de rasgos del objeto que se manifiestan al sujeto, es la forma de aparición del objeto ante el sujeto. En calidad de hecho dado al sujeto, lo ideal no es más que el contenido del reflejo psíquico del mundo objetivo. La psiquis es una derivación específica de la materia. Con esta fórmula se afirma que lo psíquico es una propiedad y no una sustancia o ente aparte como lo habían considerado todas las concepciones anteriores al materialismo dialéctico. Pero además, lo psíquico es una propiedad, no de cualquier materia, sino de aquella que ha alcanzado un cierto nivel de desarrollo. En consecuencia, aparece relativamente tarde en la filogénesis, en un nivel superior de desarrollo del mundo. La psiquis surge solamente en los cuerpos vivos, en los animales que realizan una vida activa, que se mueven en un medio complejo y diferenciado. Ellos se ven obligados, constante y activamente, a adaptar su conducta a los cambios continuos de este medio y esto exige un aparato nuevo y auxiliar de la conducta: la actividad psíquica. En calidad de propiedad que aparece solamente en los seres más organizados, lo psíquico no es una propiedad general y primaria, sino derivada y secunda¬ria. Ello implica la existencia de unos mecanismos que la originen y al mismo tiempo que muestren la utilidad indudable que tiene para el organismo y justifiquen su aparición. Lo psíquico, además, es una propiedad específica, particular. Esto signifi¬ca, en primer lugar, que lo psíquico no puede deducirse a los procesos fisiológicos, aun cuando lo produzcan y constituyan su base material. En segundo lugar, esto significa la distinción y diferenciación a lo largo del proceso evolutivo del mundo material, de dos grandes niveles de desarrollo de los organismos: los que carecen de psiquis y los que están dotados de activi¬dad psíquica. La particularidad de lo psíquico consiste no solamente en que se diferencia cualitativamente de su base material, sino que gracias al reflejo psíquico los organismos que lo poseen, a diferencia de los organismos limitados solamente al estableci¬miento de relaciones fisiológicas con el medio externo, desplie¬gan formas nuevas y complementarias de relación con el mundo circundante, mucho más amplias, flexibles y útiles para su existencia y desarrollo. Como quiera que lo psíquico tenga como base un órgano material que es el cerebro, se suprime el supuesto abismo entre lo material y lo ideal, puesto que lo ideal es función de lo material. El cerebro realiza lo psíquico como reflejo del mundo objetivo; pero, ¿para qué son necesarios los reflejos psíquicos del mundo objetivo? La respuesta es muy sencilla: el reflejo del mundo objetivo es necesario para poder actuar en él, y para actuar de una manera acertada, es necesario que este reflejo sea correcto. Todas las vivencias psíquicas, en el caso particular del hombre, pasan a formar parte de su espiritualidad, de modo que en este tipo de reflejo descubrimos una unidad indisoluble entre lo objetivo y lo subjetivo: el reflejo del mundo real es objetivo por su contenido, puesto que refleja los objetos y fenómenos exteriores que lo determinan; es objetivo también porque se sostiene en un proceso nervioso real y se manifiesta en diferen¬tes actos externos y en la conducta del individuo. Al mismo tiempo, el reflejo del mundo real es subjetivo porque siempre es un sujeto determinado quien refleja la realidad, amén de que este reflejo se imbrica inevitablemente con la experien¬cia individual. Esta forma peculiar de reflejo forma parte de la respuesta general del organismo a los estímulos del entorno. Por ello podemos inferir que la psiquis, al igual que todas las acciones del hombre, está determinada causal¬mente por influencias exter¬nas. Debido a esto, ningún proceso psíquico puede surgir por sí mismo sin que actúe sobre el cerebro una determinada excitación; pero tampoco puede desplegarse si no está garantizada la funcio¬nalidad de este órgano. Esta es una de las razones por las que el cerebro es considerado el substrato material de la psiquis. Debido a que la psiquis propicia el reflejo fiel de la realidad, ella se convierte en condición indispensable para que el hombre pueda orientarse en su entorno y transformarlo en beneficio propio. Esta función avala la importancia vital de la psiquis humana. La psiquis, que por su origen y funcionamiento es una actividad de carácter reflejo, apoyada en la actividad nerviosa superior, es por su contenido un reflejo de la realidad objetiva que, en el caso del hombre, se halla condicio-nada por las particularidades de su vida y de su trabajo, así como por las condiciones de vida de la sociedad a la que el hombre pertenece. La Naturaleza de la Psiquis En el estudio de la causalidad de la psiquis, la psicología materialista-dialéctica promueve la idea según la cual, el reflejo psíquico se originó en el proceso de desarrollo de la materia. Toda entidad material, no importa cuál sea su nivel evolutivo, posee la propiedad de reaccionar de cierta forma a los estímulos que la impactan. En las formaciones orgánicas, la capacidad de reaccionar a consecuencia del contacto con los estímulos, se muestra como condición imprescindible para la realización del proceso fundamental de la vida: el metabolismo. Las leyes fisiológicas que presiden la realización de estos procesos de excitabilidad diferencian esa clase de reacciones de las simples reacciones físico-químicas que se observan en la naturaleza inorgánica. En la excitabili¬dad se manifiesta la capacidad de reaccionar de un modo independiente y activo, lo que sólo es posible con la aparición de la vida. Esta reacción autónoma puede expresarse de formas muy diversas: cambios en la estructura químico-coloidal y en las propiedades fisiológicas del protoplasma, insensibi¬lidad parcial o total ante los estímulos exteriores, o extrema excitabilidad ante ellos, diversas reaccio¬nes del organismo que van desde el simple movi¬miento del proto¬plasma hasta la compleja conducta de los animales superiores. Pese a toda la diversidad de las reacciones de los organismos ante los estímulos, la excitabilidad cumple una función de adaptación en todos los niveles de desarrollo del mundo orgánico. Su propósito fundamental es contri¬buir a un mejor intercambio de sustancias en un entorno homogéneo que, por regla general, circunda uniformemente a los organismos. Bajo estas condicio¬nes, las reacciones de adaptación se producen en respuesta a los estímulos exteriores que tienen una significación biológica directa, significación consistente en que contribuyen o dificul¬tan por sí mismos el metabolismo. La complicación de las condiciones de vida y la existencia en el mundo circundante de objetos que por sí mismos no favorecen ni dificultan la actividad vital del organismo, hicieron que la excitabilidad fuera insuficien¬te como forma de reflejo biológico. Surgió la necesidad objetiva de distinguir el estímulo importante del que no lo era, y de reaccionar ante estímulos indiferentes pero que indicaban la presencia de otros de importancia vital. Aparece así una forma superior de reflejo de la realidad diferen¬te a la excitabilidad: «el reflejo psíquico». La aparición del reflejo psíquico ocurre en un contexto donde se da una constante relación del organismo con sus condiciones de existencia. Tales vínculos están destinados a equilibrar el organismo con el medio, y en ello radica su sentido biológico y su papel en la actividad vital de los animales. Estos vínculos tienen un carácter específico, condicionado por la índole de los estímulos que actúan sobre el organismo. Ellos tienen lugar sobre la base de los reflejos incondicionados. Así, cuando se produce el reflejo incondicio¬nado, un determinado estímulo entra en contacto con la correspondiente porción sensoperceptiva del animal para transformarse al instante en un proceso vital espe¬cial gracias al despliegue del proceso nervioso. Sin embargo, el reflejo psíquico no es el reflejo incondiciona¬do. Lo psíquico es el reflejo de los estímulos que no tienen una significación biológica directa. Por esta razón, es el reflejo condicionado el mecanismo general de la aparición de todas las formas del reflejo psíquico. Esta consideración es el único criterio científico que permite revelar la naturale¬za de lo psíquico, y determinar en qué fase de desarrollo del mundo animal surge la forma psíquica de reflejo de la realidad. El reflejo psíquico se origina a partir de las condiciones de vida y del desarrollo de la actividad de adaptación del organismo a determinadas situa-ciones de existencia. Toda adaptación tiende, al fin y al cabo, a mejorar el intercambio del organismo con el medio, de modo que en el reflejo psíquico está presente este propósito, aunque su contribución es muy especial. El significado de la psiquis para la actividad vital del organismo radica en que es un reflejo de objetos y fenómenos de la realidad que, sin asegurar directa¬mente el proceso metabólico, orienta al organismo entre fenómenos vitales importantes, por lo que cumple una función de señal. Por ello, en última instancia, su finalidad es la búsqueda de información que permita, en cuales¬quiera condicio¬nes, el mantenimiento de la vida. La psiquis no es una función homogénea. Tiene diferentes niveles de expre¬sión que dependen de las condiciones del entorno, del género de vida del ser vivo y de su complejidad estructural. La etapa inicial en el desarrollo del reflejo psíquico en los animales es el análisis elemental, que es la capacidad de separar únicamente distintas influencias que orientan al animal en el entorno. En esta etapa, los animales responden a estímulos aislados que desempeñan el papel de señales y orientan su conduc¬ta. A esta etapa del desarrollo de la actividad refleja se le denomina sensibilidad elemental o etapa de las sensa¬ciones elementales. Una etapa nueva y superior en el desarrollo del reflejo es la que aparece en los vertebrados, cuyo sistema nervioso permite no solamente realizar el análisis de influencias aisladas consecuti¬vas y conectar actos reflejos aislados en una cadena, sino formar conexiones en respuesta a los estímulos complejos que actúan simultáneamente. Se desarrolla la capacidad de orientarse no solamente con respecto a las cualidades aisladas del medio, sino también a sus combinaciones. Mientras que la simple vibración de la red es suficiente para que la araña se acerque al sitio de donde esta vibración parte, un pez carnívoro, por ejemplo, se lanza hacia su caza sólo cuando puede orientarse por una combina¬ción determinada de cualidades que actúan sobre él. Ahora, los animales responden no solamente a los estímulos aislados, sino también a la influencia de determinados conjuntos cualitativos que caracteri-zan uno u otro objeto. Estamos ante un nuevo grado en el desarrollo del reflejo; esto es la percepción de los objetos. En los representantes más altamente organizados del mundo animal, en los monos y sobre todo en los monos antropoides, la actividad nerviosa superior adquiere un máximo de complicación y perfeccionamiento. Por ejemplo, en condiciones de laboratorio, un mono antropoide aprendió a utilizar «llaves de madera» para abrir un cajón, escogiendo de un conjunto la que correspondía al orifico de la cerradura. Esta complicada conducta se denomina pensamiento manual o concreto. Este comportamiento demuestra que en el proceso de evolución biológica se encuentra aún otro grado superior de reflejo de las relaciones entre los objetos reales, que se basa en la posibilidad que tiene el cerebro del animal de formar conexiones temporales complicadas y «asociaciones de asociaciones». La Psiquis Humana El estudio de la evolución de las funciones cerebra¬les muestra que cuanto más complicada es la estructura y la manera de vivir de los animales, más perfectamente reflejan éstos el medio exterior. Sin embargo, incluso las formas más desarrolladas de reflejar, típicas para los animales, se diferen-cian mucho de la forma superior humana de reflejo de la realidad: la con-ciencia. Aunque la conciencia se ha preparado en el curso de la evolu¬ción animal precedente y el cerebro del hombre se ha podido formar solamente sobre la base y como desarrollo ulterior del cerebro de los animales superiores, la apari¬ción de la conciencia supone el paso a una forma cualitativamente nueva de reflejar la realidad objetiva. Para intentar entender las particularidades de esta nueva forma de reflejar el entorno, es necesario estudiar los cambios en las condiciones y forma de vida que condujeron a la humanización de los antecesores del hombre. Estos cambios están relacionados con el paso de la vida de adaptación al medio natural a la vida basada en el trabajo. El trabajo y la formación de la sociedad humana aparecieron como resultado de los cambios graduales en la manera de vivir de los monos altamente desarro¬llados de que procede el hombre. Los antecesores del hombre tenían extremida¬des anteriores bien desarrolladas que utilizaban para gatear, coger cosas, palpar objetos, etcétera. El desarrollo ulterior condujo a que estas extremi¬dades se especializaran más en estos actos e intervinieran menos en la marcha, que se hizo función exclusiva de las extremi¬dades posteriores, lo que conllevó a la marcha en posición vertical. La mano, que había quedado libre de las funciones locomotoras y por esto podía actuar con los objetos, adquirió mayor agilidad en sus movimientos. En relación con esto se perfeccionó su estructu¬ra anatómica: cambiaron las relaciones de longitud del brazo y el antebrazo, la articulación del brazo se hizo más movible, apare¬ció la oposición del dedo grueso a los demás dedos de la misma mano, etcétera. Esta evolución de la mano influyó sobre el desarrollo de todo el organismo. De la misma manera influyó enormemente sobre el desarrollo del cerebro. La ejecución de actos complicados, como es natural, motivó un desarrollo rápido de la corteza cerebral, que efectuaría el análisis de las señales procedentes de los órganos motores y, en primer lugar de la mano. De esta manera, en la práctica, la mano, que es el órgano de acción con los objetos, se per¬fecciona al mismo tiempo como órgano de conocimiento de las cualidades de los objetos. Esto tuvo mucha importancia para el desarrollo de todas las funciones reflejas del cerebro. Consecuencia del trabajo y al mismo tiempo condición importan¬tísima para su desarrollo progresivo, fueron los cambios en el tipo de relaciones de los individuos. El trabajo, incluso en sus formas más simples, es siempre una actividad conjunta de las personas. Por esto, al mismo tiempo que se desarro¬llaba el trabajo, tenía lugar la agrupación de personas que lo realizaban. Gracias a esto, la asociación natural en que vivían los antecesores del hombre empezó a reorganizarse sobre otra base completamente nueva. Si antes la asociación en familia y en rebaño se basaba en los instintos innatos y tenía por objeto procurarse los alimentos, desarrollar la prole y defenderse de las fieras, después el trabajo fue la base de las relaciones entre la gente. Se formó la sociedad humana basada en el trabajo. Esto condujo a un cambio radical en las relaciones sociales entre la gente. La necesidad de coordinar los esfuerzos de todos ellos a un fin común, de repartir distintas funciones y de transmitir de unos a otros las experiencias adquiridas, creó la necesidad del lengua¬je, de las relaciones por medio del idioma. El desenvolvimiento del lenguaje, que apareció en el proceso del trabajo, es la condición directa y más próxima para el desarrollo de la conciencia humana. El lenguaje aparece por primera vez, y únicamente, en el hombre y en la sociedad humana. Los animales, aunque tienen comunicación entre sí por medio de señales vocales, no tienen un verdadero lenguaje. Las relaciones vocales de los animales son reflejos incondicionados e innatos a los excitantes externos e internos, y tienen una significación adaptativa, pues al actuar sobre otros animales condicionan la conducta necesaria e indispensable para conservar la vida de la especie. Por ejemplo, un animal responde a una señal de peligro con una reacción vocal que motiva en su prole una conducta defensiva e instintiva ──esconderse o volver hacia la madre── gracias a la cual se libra del peligro de perecer. La reacción vocal del animal siendo respuesta a uno u otro fenómeno, tiene funciones de señal, pero, sin embargo, no designa el fenómeno, no transmite qué fenómeno determinado la ha motiva¬do. Por esto, la conducta de otro animal que responde a esta señal vocal es respuesta inmediata a ella, como excitante acústi¬co determinado, pero no respuesta adecuada a aquel fenómeno que la había causado. Otra cosa completamente distinta es el lenguaje humano. Viendo delante de sí o representándose en su mente uno u otro fenómeno, el hombre lo nombra, lo denomina con palabras de su lenguaje, o sea con el mismo conjunto de sonidos con que lo denominan también otras personas. Como resultado, en el cerebro del hombre que percibe el lenguaje se forma una representación, un concepto o un pensamiento sobre este fenómeno. La premisa natural para la aparición del lenguaje fue la comunicación vocal instintiva, que estaba relativamente muy desarrollada en los antecesores del hombre. Esto lo demuestra el hecho de que en los monos contemporáneos se distinguen sonidos de distinto carácter que permiten una cierta articulación de las reacciones vocales, gracias a los movimientos conjuntos de la mandíbu¬la, los labios y la lengua. De esta manera, el lenguaje humano apareció sobre una base fisiológica y anatómica suficien¬temente preparada por el proceso de evolución biológica. Al mismo tiempo, el desarrollo del lenguaje articulado condujo a un perfec-cionamiento progresivo de los órganos fonéticos. El desarrollo de la pronun-ciación condujo a los cambios en la forma de la mandíbula inferior, al aumento de su movilidad, a la ampliación de la cavidad bucal que permite movimientos más libres de la lengua, y a los cambios de algunos músculos de la cara que condicionan una mayor movilidad de los órganos del lenguaje. El desarrollo del lenguaje articulado llevó consigo también el perfecciona-miento del oído. Bajo su influencia, el oído humano adquirió una exactitud mayor para la diferenciación de los sonidos vocales. La formación de numerosos movimientos de pronunciación, cada vez más flexibles, que tienen entre sí pequeñas diferencias, y el análisis delicado de los sonidos verbales están estrechamente unidos al desarrollo ulterior de la corteza cerebral, a la complicación de su estructura y de sus funciones. Esto condujo al desarrollo de aquellas regiones de la corteza en las que se efectúa el análisis de las señales auditivas del lenguaje. De esta manera la apari¬ción del lenguaje articulado es el segundo factor principal que influyó para que la corteza cerebral adqui¬riera las características específicamente humanas, tanto anatómi¬cas como fisiológicas. La consecuencia de los cambios enunciados fue la aparición de la conciencia. Su peculiaridad consiste en que la reflexión que ella implica, se efectúa por medio del lenguaje, es decir, a través de las palabras, que forman el segundo sistema de señales de la realidad. La diferencia entre las señales del primer sistema y las del segundo está en que en el primero las cualidades mismas de los objetos son las que actúan sobre los analizadores, mientras que en el segundo sistema actúan de señales los reflejos de estas cualidades, en forma de sonidos verbales. Por ejemplo, la denomi¬nación de un color que es cualidad propia de un objeto, sirve para el hombre de señal de este color. Por esto la palabra es una señal de señales. Gracias al lenguaje, que permite fijar y transmitir de una generación a otra las representaciones, los conocimientos y los pensamientos elaborados en la práctica social de muchos siglos, el reflejo del mundo en el cerebro del hombre se ha hecho ex¬traordinariamente rico. Mientras que en los animales el reflejo de la realidad se limita únicamente a los fenómenos que actúan directamente sobre ellos, el hombre no solamente ve, escucha y toca lo que le rodea, sino que conoce por intermedio de otros hombres lo que estos saben acerca de los fenómenos reales que actúan sobre ellos y de aquellos con los que él no se ha encontrado nunca en el curso de su vida. En el hombre, el reflejo de la realidad tiene una cualidad nueva. Gracias a que el reflejo adquiere forma verbal, el hombre no solamente recibe impresio¬nes de los objetos y fenómenos que actúan sobre él, sino que adquiere la posibilidad de denominar verbalmente los objetos y fenómenos, dándose cuenta del contenido de sus impresiones. Esto significa que sus impresiones ──las imágenes, las repre¬sentaciones y los pensamientos── se hacen conscientes. De esta manera, aunque el reflejo consciente, como todas las demás formas de reflejo, aparece en el cerebro por la influencia de los objetos y fenómenos reflejados, es posible únicamente bajo la condición de que los fenómenos que influyen se denominen de una u otra manera por medio del lenguaje ──externo o interno. Aunque el reflejo consciente es la forma principal y más desarrollada de reflejo de la realidad en el hombre, no es la única que existe en él. Si cualquier estímulo del primer sistema de señales no entra en relación en la corteza cerebral, con los estímulos del segundo sistema de señales, entonces el fenómeno correspondiente no causa un reflejo consciente, o sea no se hace hecho de conciencia. Por ejemplo, cuando una persona va por la calle hablando con otra, en su cerebro no aparecen imágenes conscientes de la gente con quien se cruza. Sin embargo, a pesar de que tal persona no se da cuenta de estos fenómenos que actúan sobre ella, sus movimientos están regulados por estas influencias, por ello no choca con otros peatones, o no se cae cuando baja de la acera al pavimento. Esto significa que tales fenómenos se reflejan en su cerebro y motivan los actos correspondientes de su conducta, pero el individuo no se da cuenta, no tiene conciencia de estos fenómenos que refleja; su reflejo no tiene lugar en forma consciente. Esto es un reflejo psíquico, pero no consciente. No por el hecho de ser inconsciente, el reflejo psíquico deja de tener importancia. Quiero narrarle un hecho que conmovió a la opinión pública mundial de la época y dio lugar a que se desatara la fantasía y la polémica sobre el enigmático caso que algunos denominaron «la maldición del faraón». Veamos los hechos: El joven faraón Tut Ank Amón, quien había muerto de forma súbita y desconocida 1400 AC., permanecía momificado y sepultado en un sitio secreto del Valle de los Reyes, en Egipto. Durante siglos se buscó infructuosamente su tumba, hasta que en el año 1922, el arqueólogo inglés Howard Carter, en unión de su amigo lord Carnavon y un equipo de auxiliares, hicieron el colosal hallazgo. Los antiguos egipcios creían que las tumbas de sus soberanos eran inviolables y que aquellos que osaran profanarlas, sufrirían la venganza del espíritu del rey. Eso decían los viejos papiros y la idea, en pleno siglo XX, se albergaba en la mente de ciertos sectores de la población egipcia. Los arqueólogos, luego de profundas excavaciones, encontraron la segunda puerta del panteón en la que una inscripción rezaba: «A todos aquellos que toquen la tumba de un faraón, arrebatará la muerte». La tumba fue abierta. Ocurrió entonces que un árabe, el primero que había tocado la puerta sellada, ¡murió víctima de unas fiebres repentinas! Aquel hecho estremeció el ánimo de todos los integran¬tes de la expedición, y hubo quienes comenzaron a relacionar el fallecimiento con el anatema de la inscripción. Poco después, durante unos días de receso en los que se hacían trámites con el gobierno egipcio, lord Carnarvon enfermó repenti¬namente: "Estoy perdido sin remedio", confesó. Entró en estado de coma y al día siguiente murió. Para no pocos, esta fue la demostración más convincente de que sobre ellos pesaba un castigo sobrenatural, y en algunos casos devino una obsesión aterradora. El millonario Gould, quien había examinado la tumba, murió; el príncipe Alí Fahmy, quien había visitado la cámara mortuoria, se suicidó; también murió su secre¬tario. Más tarde falleció sir Archibald Douglas Reid; también los arqueólogos Benedite y Casanova, lord Westburg, y otros científi¬cos, periodistas y nativos, que de alguna forma tuvieron relación con la tumba del faraón, hasta la cifra de diecisiete personas. He aquí el efecto de un fenómeno que opera en el plano incons¬ciente, y que se denomina sugestión. Las personas fallecidas en este singular hecho, creyeron firmemente en la «maldición», creyeron también que no se salvarían, y perecieron víctimas de su propio estado psíquico. Considerando que en el hombre se dan dos formas de reflejo de la realidad, la consciente y la inconsciente, es necesario recalcar que estas dos formas están relacionadas y unidas entre sí y pasan una a otra. Los fenómenos que en un caso dado no determinan un reflejo consciente, en otras condiciones pueden hacerlo. Es suficiente, por ejemplo, que el peatón antes mencio-nado vea entre las personas a un conocido para que esta impresión inmediatamente se haga consciente. De esta manera, el reflejo por el hombre de la realidad objeti¬va tiene diferentes formas según las condiciones en que tiene lugar y a las que él responde. Por esto, aunque no todos los fenómenos que actúan sobre el hombre se reflejan en su cerebro en forma consciente, cualquier fenómeno que actúa sobre sus órganos de los sentidos, en condiciones determinadas, puede motivar un reflejo consciente. Como regla general, el reflejo consciente de uno u otro fenóme¬no aparece cuando el hombre necesita aislarlo para resolver alguna tarea. Si un hombre que va por la calle busca entre los peatones a sus conocidos, entonces todas las personas que encuen¬tra en su marcha serán motivo de reflejo consciente. En general, cuando el hombre se plantea la tarea de darse cuenta de un fenómeno o de un grupo de fenómenos, estos se harán conscientes. El psiquismo Para el psiquismo, normalmente, cuando está sana, la psiquis dota de más oportunidades de adaptación al medio ambiente. Esta adaptación es el proceso por el cual un organismo activamente, se adecua al ambiente y a los cambios que operan en él. Todos los elementos jóvenes de todas las especies, incluida la nuestra, comienzan la vida con un armamento que es necesario para que la adaptación se realice y pueda continuar. Ya que este programa, con el que nacemos, desarrolla un juego con el mundo exterior. El aprendizaje juega un rol importante en esta adaptación, más importante en la medida de lo complejo que el organismo sea. En los humanos, el aprendizaje del individuo, generalmente, está mediatizado por la educación imbuida. Una aproximación en la comprensión del psiquismo lo considera como un sistema de estructuras y procesos de naturaleza material construido sobre la base del funcionamiento de las estructuras biológicas preexistentes, lo que implica que no se puede localizar como una estructura anatómica, sino que su existencia es funcional. Hasta no hace muchos años, se pensaba que el cerebro tenía zonas exclusivas de funcionamiento hasta que por medio de imagenología se pudo determinar que cuando se realiza una función, el cerebro actúa de manera semejante a una orquesta sinfónica interactuando varias áreas entre sí. Además se pudo establecer que cuando un área cerebral no especializada, es dañada, otra área puede realizar un reemplazo parcial de sus funciones. La psique posee dos funciones básicas: Función Refleja • La psiquis permite al organismo orientarse en el mundo sea por: o Reflejos cognitivos.  sensaciones.  percepciones.  pensamiento. o Reflejos afectivos.  emociones.  sentimientos. Función homeostática La psiquis es lo que permite al organismo asumir una posición activa e independiente ante el medio, permitiéndole la supervivencia en función del desarrollo que le permita su inteligencia. En todos los animales la función homeostática de la conducta depende de condicionamientos biológicos (reflejos condicionados e incondicionados), siendo el resultado una respuesta instintiva a la realidad, mediatizada por su grado de conciencia. En el ser humano la función homeostática se torna más compleja en tanto la autorregulación se transfiere a otras funciones mentales tales como el consciente, permitiendo tomar conciencia de niveles reguladores que en otras especies son instintivos. Al adquirir un carácter eminentemente consciente, le permite no sólo adaptarse al medio sino también transformarlo para su provecho. El órgano de la psique es: El Encéfalo El cerebro es nuestro órgano más misterioso: de él parten todas las órdenes y las regulaciones del organismo, de las más simples a las más complejas de las funciones psicológicas. El cerebro procesa la información sensorial, controla y coordina el movimiento, el comportamiento y las funciones corporales homeostáticas, como los latidos del corazón, la presión sanguínea, el balance de fluidos y la temperatura corporal. El cerebro es responsable de la cognición, las emociones, la creatividad, la memoria y el aprendizaje. La capacidad de procesamiento y almacenamiento de un cerebro humano estándar supera aun a los mejores ordenadores hoy en día. El funcionamiento de la estructura física y de los neurotransmisores del cerebro todavía no son bien comprendidos. El encéfalo humano es un órgano de control biológico y la psiquis una estructura mental, que se construye por las estructuras biológicas existentes en el encéfalo: hemisferio cerebral derecho, hemisferio cerebral izquierdo, lóbulo frontal, lóbulo occipital, lóbulo parietal, lóbulo temporal, cerebelo, las neuronas de la corteza cerebral y se modula por la química cerebral (endorfinas, neurotransmisores, hormonas) bajo la influencia de la actividad, la comunicación social, el medio ambiente y la sexualidad, entre otras. Respondiendo a situaciones de estrés, miedo, odio, alegría, dominio, egoísmo, solidaridad, etc. El cerebro es una vía de asimilación e ideación de diferentes patrones de conducta. Con lo que se logra la adaptación del individuo al medio físico y social. La psiquis constituye, por tanto, un medio de entender e interactuar con la realidad. La psique, al igual que el cerebro, está estructurada en distintos grados de complejidad que se han construido por etapas, a través del desarrollo ontogénico del hombre, cubriendo un amplio espectro, desde los centros analizadores de las señales, (lóbulos temporales) provenientes de los órganos sensoriales, hasta llegar a crearse las estructuras que posibilitan la existencia de pensamientos, sentimientos, voliciones, etc., en los lóbulos frontales. Algunas estructuras son muy afines a las estructuras biológicas y otras poseen una relación mucho más alejada de ellas. El cerebro puede responder a demandas que se originan a cualquier nivel de las estructuras psíquicas, pero en la misma medida que se asciende a través de esos niveles, se manifiesta una mayor independencia con respecto a las estructuras biológicas iníciales, lo que presupone la existencia de estructuras psíquicas menores, subordinadas a otras de nivel superior, como eslabones mediadores entre éstas y el todo. Se ha dicho que nuestros cerebros se han especializado de este modo, porque el lenguaje y la lógica necesitan procesos de pensamiento más ordenados y sofisticados que los que necesita, por ejemplo, la orientación espacial. Se trata simplemente de que las dos mitades del cerebro son complementarias. Las diferencias psíquicas entre los individuos son manifiestas, provienen de la casualidad, de la conjunción de factores tan diversos como la herencia, la educación recibida o la impronta sexual, entre otros. Por ejemplo, en la mayoría de los adultos, los centros del habla están situados en el lado izquierdo. No obstante, alrededor de un 15% de los zurdos y un 2% de los que usan preferentemente la mano derecha, tienen centros del habla en ambas partes del cerebro. De todos modos, algunos zurdos desarrollan el habla en el hemisferio izquierdo únicamente (ver artículo zurdo). Aun cuando el lado derecho del cerebro controla principalmente el lado izquierdo del cuerpo, y el lado izquierdo del cerebro controla, en gran parte, el lado derecho del cuerpo. El hecho de ser ambidextro indica que las dos mitades del cerebro no han llegado a estar tan completamente especializadas como lo están en los individuos diestros. La psiquis de la mujer se dice que se preocupa por todo, en todo momento, necesitando muchos más datos que aporten información de refuerzo, antes de adoptar una decisión, en contraste a los varones que se supone actúan sin reflexionar en las consecuencias. Esto se achaca a la fuerte estimulación hormonal del varón, que pesenta un 70% más de concentración hormonal en sangre, que la mujer. En los niños de corta edad, cada lado del cerebro posee, en potencia, la facultad del habla y del lenguaje. Una lesión en el lado izquierdo en los primeros años de vida, da como resultado el desarrollo de la facultad del lenguaje en el lado derecho del cerebro. El dominio del habla y probablemente también de otras facultades, se establece firmemente hacia los diez años de edad y no puede modificarse posteriormente. Estar dominado, reprimido, frustrado... flexibiliza la psiquis, la hace más dócil. La falta de tal ejercicio, ya sea durante la niñez o en la etapa de adulto, es lo que hace rígidas a las personas. Desarrollo del Psiquismo Los seres vivos surgen como individuos biológicos, cuya transformación en nuevas especies es consecuencia de un mayor desarrollo y una mayor flexibilidad en sus mecanismos de adaptación al medio, que transmiten a su descendencia. Los mecanismos psíquicos de adaptación en los animales son heredados biológicamente mediante selección natural por la progenie. Las especies menos favorecidas para adaptarse, son aquellas cuyo aprendizaje no son nuevas formas de conducta, sino que las respuestas se desencadenan ante estímulos, lo que se denomina reflejo condicionado. El animal, por ejemplo, es una unidad biológica que porta un potencial más o menos desarrollado de estructura psíquica, condicionando su comportamiento biológico al grado en que es capaz de ejecutar funciones propias del psiquismo, y al grado de la estructura social de su comunidad, como por ejemplo en los lobos o los chimpancés y por tanto su determinación estará orientada en mayor o menor grado, por leyes biológicas. Así el cerebro animal es un órgano biológico, que puede o no, desarrollar funciones psíquicas. Estudiados por la Neurobiología, los factores biológicos en su mayoría son debidos a la herencia. Así, la maduración mental, sigue un ritmo establecido por los genes. Es muy importante la influencia del medio ambiente, social y natural, que afectan al individuo. La selección natural ha seleccionado el esquema genético humano como un resumen que le permite adaptarse con cambios psíquicos. Por lo que su adaptación al medio por mecanismos heredados biológicamente es pequeña, siendo por su conducta, la base de su supervivencia. En escala de tiempo, cuesta menos crear o destruir enlaces sinápticos que adaptar órganos al medio. Así, en el hombre, como los mecanismos heredados biológicamente no le aseguran su supervivencia, debe aprender en una sociedad humana, para lo cual debe desarrollar su psiquismo. El psiquismo humano está íntimamente estructurado y conectado con la biología del cerebro, de la cual depende para existir, pero no es una propiedad biológica, no puede reducirse a lo biológico, porque es pasar por alto la transición de lo aprendido en las experiencias, estando ante un nuevo tipo de estructuración. En los seres humanos, el psiquismo surge de lo biológico con la mediación de la cultura social, otorgándole sentido factores como la educación, y presión recibidas y las que sigue recibiendo el individuo por el medio social y físico. El hombre posee un alto grado de necesidad de socializar, que influye en su comportamiento, al grado que la mayoría, lo único que quiere es desempeñar su rol de sujeto social. Para lograr integrarse en la sociedad, con las actividades necesarias, es imprescindible una forma de orientarse, aceptar que es lo bueno y que es lo malo en la sociedad en la que vive. En su etapa de aprendizaje se asirá a estereotipos, para resolver sus necesidades biológicas y sociales, asumiendo determinados patrones y modelos de conducta, que le sirven de pauta para satisfacer esas necesidades y orientarse en el medio social. Normalmente, la persona no debe buscar nada fuera de esos patrones y mucho menos crear otros nuevos, si no quiere ser rechazada. Así el individuo provisto de esas reglas, normas y modelos de interacción social se convierte en una personalidad social, sujeta a todas las actividades al nivel de civilización de su sociedad, que moldean su personalidad. Para desarrollar su psiquismo es el individuo mismo, quien debe bucear en su propia mente y trabajar en sí mismo para desarrollar sus propias habilidades de pensamiento y personalidad. Una teoría es igual que un mapa, y los mapas más útiles frecuentemente no son una representación realista del terreno. No deben tomarse literalmente, muchas veces, como los mapas, su propósito es expresar conceptos y términos del mundo de un modo simplificado. No hay porque objetar que no sea la realidad, solo compare y saque sus propias conclusiones. En busca de la felicidad, primero hay que escuchar, después es necesario entender, y por último hay que aprender lo necesario y ordenar el resto para poder acceder a ello en cualquier momento. No resulta posible optimizarse como ser humano, si no se van adquiriendo cotas crecientes de armonía, con uno mismo y con el entorno. En general el miedo a hacer el ridículo, o a equivocarnos, está relacionado con una autocrítica personal negativa. Al percibir el mundo que nos rodea, lo vemos con una óptica limitada y reducida, no pudiendo observar lo que los demás ven con claridad. Las normas sociales nos entrenan para ver y pensar de una manera determinada, lo que nos da una visión estrecha. La mayoría de personas procesan la información usando el análisis, que es el método de resolver un problema descomponiéndolo en piezas y analizando estas una por una. En contraste, una minoría, procesan la información usando síntesis, en donde se resuelve un problema como un todo, intentando usar un método de relaciones para resolver el problema. La llamada "simultaneidad visual". Hay muchas teorías sobre cómo cada hemisferio cerebral afecta a cómo piensa una persona. Una divide a los pensadores en dos campos: simultáneos visuales y secuenciales lineales. De acuerdo con esta hipótesis, la mayoría de personas (que usan más su hemisferio izquierdo) procesan la información de manera "secuencial lineal" en el que un esquema debe completar su procesamiento antes de que se pueda comenzar con el siguiente. En cambio, dice la hipótesis, los individuos cuyo hemisferio derecho es dominante, como ocurre en los zurdos y supuestamente en los individuos creativos, entre otros, procesan la información con "simultaneidad visual", modo en el que varios esquemas se procesan simultáneamente. • Un ejemplo para entenderlo es imaginar que hay mil palomitas de maíz, una de las cuales está coloreada de rosa. Un individuo "secuencial lineal" mirará una por una las piezas hasta encontrar la coloreada de rosa, mientras que un individuo "simultaneidad visual" extenderá todas, mirará visualmente al conjunto de palomitas y verá que una es rosa. • O puede explicarse con la informática. Un procesador de computadora sólo puede procesar una pieza de información por vez, independientemente de cuántas tareas esté realizando. Pero un ordenador con varios procesadores haciendo lo mismo a la misma velocidad es más rápido, lo que sería la metáfora del caso del "simultaneo visual". Un efecto lateral de estos modos de procesar la información es que los individuos de lateralidad cerebral izquierda necesitan completar una tarea antes de empezar la siguiente. A los individuos de lateralidad cerebral derecha, en contraste, les conforta cruzar varias tareas, para lo que tienen mayor habilidad. Esto les hace aparecer a la mayoría, (lateral cerebral izquierda), como si no terminasen nada. Alternativamente, los individuos de "simultaneidad visual" tienen una excelente habilidad multitarea, lo que quizá esté en el origen de las anécdotas que sugieren que son más creativos. Finalmente, estos modos de pensar no son un "todo o nada". El estilo de procesamiento opera como un continuo donde algunas personas son más "visualmente simultáneas" y otras son más "lineales secuenciales", es decir emplean ambos métodos de síntesis y análisis en diverso grado. Una característica esencial del ser humano es concienciarse de su lado emocional, ello le dota de habilidades tales como la originalidad y la creatividad con que asume todas las actividades que realiza después. Es a partir de ese momento, que el individuo (la individualidad psicológica) puede participar en su realidad. Cuando la consciencia del individuo no es estimulada por novedades que ir incorporando a su esquema, es cuando comienza a evaluar como lo aprendido somete a su organismo a desgaste, comenzando a razonar que alternativas puede haber para mejorar lo ya establecido, para estar en condiciones de poner en duda y someter a crítica esos patrones y llegar por su propio esfuerzo a elaborar una concepción del mundo que será la que a partir de entonces (o no), le guiará en la toma de sus decisiones, en lugar de los patrones que antes poseía y que ahora puede abandonar o asumir. Ansiedad, angustia, miedo: son estados que se caracterizan por aparecer como reacción ante un peligro. Son tan fuertes a veces, las señales o impulsos generados, que se produce un bloqueo general con la consiguiente sensación de aturdimiento. • El miedo es un recurso evolutivo para proteger a los seres vivos de ciertos peligros. También ha sido utilizado como instrumento del poder, de coacción y de educación. Cuando se trata de seres poco evolucionados, puede ser útil y necesario. Sin embargo los humanos tenemos un alto grado de responsabilidad personal y social, y un gran espíritu de solidaridad. Lo cual convierte al miedo, en uno de los sentimientos más negativos que podemos experimentar. Hay que luchar contra él fuertemente. Genera un círculo vicioso que cada vez hace sentir más miedo. Inhibe los circuitos cerebrales, impidiendo un correcto funcionamiento del cerebro. Como norma general, la mejor forma para superarlos, consiste en potenciar la confianza y seguridad en uno mismo. Cuanto más dominio tiene de si una persona, más fácil le es afrontar las situaciones difíciles, pues la serenidad es garantía de eficacia. Hay que potenciar pues, el control sobre la mente y afrontar las situaciones embarazosas, sin rehuirlas, como un reto que ayuda a sentirse cada vez más seguro. Factores considerados en la psiquis: • Acordarse con precisión y a propósito de toda cosa oportuna. • Saber razonar y dominarse. • Poder fijar, prolongar, sostener, la propia atención sobre cualquier tema, sin distracción, sin dificultad ni fatiga excesivas. • Pensar con claridad. • Desarrollar un juicio con método, penetración y precisión. • Resistir a las sugestiones e influencias exteriores. • Vencer las propias impresiones. • Ser dueños de las propias emociones, sensibilidad y sentimientos. • Buscar y hallar la manera de proceder para obtener un resultado, realizar un proyecto o resolver una dificultad. Esto es, tener iniciativa. • Mantenerse inaccesible a toda costumbre perjudicial. • Proceder en todo con calma, confianza y circunspección. • Continuar deseando, ejecutando aquello que se haya decidido, amoldándose a una regla adoptada, a pesar de todos los obstáculos. • Expresar el propio pensamiento con palabras claras, con firmeza, mesura y seguridad. • Contener los propios impulsos. • Adaptarse rápidamente a una situación nueva y asimilarse en un mínimo de tiempo a la ejecución de una tarea definida. • Sentir una confianza sostenida en sí mismo. • Ser por completo dueño de si en presencia de otros. Mecanismos de defensa de la psique Los modelos de comportamiento que componen la psiquis, son un compuesto de fuerzas. Estas fuerzas son las características genéticas, las características instintivas que residen en el inconsciente y los factores de desarrollo, que incluyen: adiestramiento, circunstancias ambientales del individuo, y experiencia y formación. La mayor parte de las personas mantienen un balance equilibrado entre estas fuerzas. Algunas veces es muy tenue y se ajusta con las llamadas Técnicas de ajuste básico, Mecanismos homeostaticos, Estrategias de afrontamiento o Mecanismos de defensa. Véase también Prejuicio cognitivo. Los métodos más usados por las personas habitualmente para vencer, evitar, circundar, escapar, o ignorar las frustraciones y amenazas incluyen los siguientes: • Sublimación. Donde el impulso es canalizado a una nueva y más aceptable salida. Ejemplo: el deseo de un niño de exhibirse puede sublimarse en una carrera vocacional por el teatro. • Represión. Proceso mediante el cual el inconsciente nos hace olvidar enérgicamente eventos o pensamientos que serían dolorosos si se les permitiese acceder a nuestro pensamiento (consciente). Ejemplo: olvidarnos del cumpleaños de ex-novias, fechas, etc. • Proyección. Es el mecanismo por el cual sentimientos o ideas dolorosas, son proyectadas hacia otras personas o cosas cercanas pero que el individuo siente ajenas y que no tienen nada que ver con él. Ejemplo: Una persona con impulsos homosexuales inconscientes, siente que debe concienciarse de que la gente normalmente cree y acusa a los otros de homosexuales. • Negación. Consiste en que el individuo trata factores de la realidad obvios, como si no existieran. Ejemplo: Una persona se da cuenta que los desagües no tragan, pero no acepta el hecho y sigue como si no fuera a pasar nada. • Introyección (lo opuesto a proyección). Es la incorporación por parte de una persona de rasgos que son característicos de otra. Ejemplo: Una persona deprimida quizá incorpora las actitudes y las simpatías de otra persona y así. Si esa otra persona tiene antipatía hacía alguien determinado, el deprimido sentirá también antipatía hacia esa persona determinada. • Regresión. Es el retorno a un funcionamiento mental de nivel más infantil. Ejemplo: Los niños pueden retraerse a un nivel más infantil cuando nacen sus hermanos y mostrar un comportamiento inmaduro como chuparse el pulgar o mojar la cama. • Undoing (deshaciendo, o perdición). Es un mecanismo por el cual la persona ejecuta una acción que "deshace" o "neutraliza" algo reprochable o controvertido que ocurrió anteriormente. Ejemplo: Una persona tiene a su madre enferma. Piense lo que piense de ella. Piensa que su salud es tan buena como la de cualquier otro. • Reacción de formación (o reacción formada). Sirve para prevenir que un pensamiento doloroso o controvertido emerja. El pensamiento es substituido inmediatamente por uno agradable. Ejemplo: Una persona que no puede reconocer ante sí mismo, que otra persona le produce antipatía, nunca le muestra señales de hostilidad y siempre le muestra una cara amable. • Aislamiento. Es la separación del recuerdo y los sentimientos (afectos, odios). Ejemplo: Un gran amor es asesinado en un incidente. Su pareja narra los detalles con una falta completa de emoción. • Desplazamiento. Es la condición en la cual no solo el sentimiento conectado a una persona o hecho en particular es separado. Además ese sentimiento se une a otra persona o hecho. Ejemplo: El obrero de la fábrica tiene problemas con su supervisor pero no puede desahogarlos en el tiempo. Entonces, al volver a casa y sin razón aparente, discute con su mujer. • Racionalización. Es la sustitución de una razón inaceptable por otra aceptable. Ejemplo: Un estudiante no afronta que no desea estudiar para el examen. Así decide que uno debe relajarse para los exámenes, lo cual justifica que se va al cine a ver una película cuando debería estar estudiando. Cuando las técnicas de ajuste del comportamiento no bastan para equilibrar la realidad, y al individuo (psiquis) le sobrepasa, el resultado es: • Estrés y respuestas neuróticas como ansiedad y/o depresión, acompañadas frecuentemente por disfunciones biológicas. Por ejemplo las del apetito o el sueño. • Estrés a las personas cercanas al individuo, producido por el comportamiento voluble, errático o extraño del mismo. Por ejemplo salidas de tono o conducta antisocial. Se pueden presentar trastornos de la personalidad sin que el individuo presente ansiedad apenas o ninguna. • El resultado es una combinación de las dos respuestas anteriores. De lo cual, las descompensaciones producidas por su ambiente vital le crean estrés a él y a los que están a su alrededor. Estas condiciones reciben el nombre de sicosis, "borderline psychoses" o "situación de reacción aguda" dependiendo del estrés y la respuesta adaptativa. Curación y estudio de la psique Bandera de la OMS La psiquiatría es la rama de la medicina que se especializa en la prevención, evaluación, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de los trastornos mentales. Frecuentemente confundida con la psicología (ver más abajo). Su objetivo es el alivio del sufrimiento mental asociado con los trastornos de la salud mental. Según diferentes modelos, su acción puede desarrollarse en un hospital (psiquiatría hospitalaria), en la atención primaria (psiquiatría ambulatoria) o en la comunidad (psiquiatría comunitaria). La psiquiatría suele adoptar un modelo médico para afrontar los trastornos mentales, pero corrientemente considera tanto los factores biológicos como psicológicos, socio/culturales y antropológicos. El tratamiento, por su parte, adopta con frecuencia el uso de psicofármacos, pero también de psicoterapia de varios tipos, que puede ser realizada por el mismo médico si es que tiene la formación adecuada. La Psicología, es la ciencia que estudia la mente y la conducta o comportamiento humano, con un amplio enfoque holístico.,6 la disciplina abarca todos los aspectos de la experiencia humana, desde las funciones del cerebro hasta el desarrollo de los niños, de como los seres humanos y los animales sienten, piensan y aprenden para adaptarse al medio que les rodea. La psicología moderna se ha dedicado a recoger hechos sobre la conducta y la experiencia, y a organizarlos sistemáticamente, elaborando teorías para su comprensión. Estas teorías ayudan a conocer y explicar el comportamiento de los seres humanos y en alguna ocasión incluso a predecir sus acciones futuras, pudiendo intervenir sobre ellas. En el campo de la psicología, un prejuicio cognitivo es una distorsión (distorsión cognitiva) en el modo en el que los humanos, y redundando, la psique humana, percibimos la realidad. Alguno de estos procesos han sido verificados empíricamente en el campo de la psicología, otros están siendo considerados como categorías generales de prejuicios. Ver artículo Lista de prejuicios cognitivos. La mayor parte de los estudios psicológicos se realizan en seres humanos. No obstante, es habitual el estudio del comportamiento de animales, tanto como un tema de estudio en sí mismo (cognición animal, etología), como para establecer medios de comparación entre especies (psicología comparativa), punto que a menudo resulta controvertido. La psicología, además de ocuparse del ámbito clínico puede hacerlo en otras áreas no ligadas al alivio del sufrimiento (deportiva, organizacional, jurídica etc.). Es su formación médica lo que diferencia a un psiquiatra de un psicólogo. El psiquiatra debe ser capaz de detectar condiciones médicas que pueden estar afectando a veces de manera muy importante el funcionamiento psíquico de un individuo, lo que implica la necesidad de practicar frecuentemente exámenes físicos, o solicitar análisis de laboratorio o de imágenes, como cualquier otro médico. Enfermedad mental La enfermedad mental es una alteración de los procesos cognitivos y afectivos del desenvolvimiento considerado como normal con respecto al grupo social de referencia del cual proviene el individuo. Esta alteración se manifiesta en trastornos del razonamiento, del comportamiento, de la facultad de reconocer la realidad y de adaptarse a las condiciones de la vida. Dependiendo del concepto de enfermedad que se utilice, algunos autores consideran más adecuado utilizar en el campo de la salud mental el término "trastorno mental" (que es el que utilizan los dos sistemas clasificatorios de la psicopatología más importantes en la actualidad: la CIE-10 de la Organización Mundial de la Salud y el DSM-IV-TR de la Asociación Psiquiátrica Americana). Sobre todo en aquellos casos en los que la etiología biológica no está claramente demostrada, como sucede en la mayoría de los trastornos mentales. El concepto enfermedad mental aglutina un buen número de patologías de muy diversa índole, por lo que es muy difícil de definir de una forma unitaria y hay que hablar de cada enfermedad o trastorno de forma particular e incluso individualizada ya que cada persona puede sufrirlas con síntomas algo diferentes. Demencia La Demencia es la pérdida progresiva de las funciones cognitivas, debido a daños o desórdenes cerebrales más allá de los atribuibles al envejecimiento normal. Puede afectar particularmente las áreas de la memoria, la atención, y la resolución de problemas, aunque en los estudios ulteriores puede notarse pérdida de orientación espacio-temporal o de identidad. La demencia puede ser reversible o irreversible según el origen etiológico del desorden. Trastorno de personalidad Los trastornos de personalidad son un conjunto de perturbaciones o anormalidades que se dan en las dimensiones emocionales, afectivas, motivacionales y de relación social de los individuos. A diferencia de la dimensión cognitiva (percepciones, memoria, atención, inteligencia, creatividad, lenguaje), al hablar de personalidad se les da preferencia a los procesos emotivos y tendenciales del individuo, aunque los diferentes factores ejercen una influencia directa entre sí. Los desajustes o trastornos son un producto de diferentes causas biológicas o medioambientales y, aunque haya que hacer clasificaciones según ciertas categorías comúnmente aceptadas, el diagnóstico debe hacerse de forma individual. Hay que tener presente que la misma causa puede tener síndromes diferentes y un síndrome determinado puede ser la manifestación de causas diversas, condicionada por la constitución biológica y el medio familiar, escolar y social en el que el individuo se encuentre. Los obstáculos que impiden que una personalidad se desarrolle eficazmente se conocen con el nombre de frustración, y esta corresponde a las circunstancias que determinan que una necesidad o motivo fracasen en ser satisfechos. El estado emocional que acompaña a este hecho se denomina presión psicológica, tensión o ansiedad. Conclusión El cerebro es nuestro órgano más misterioso: de él parten todas las órdenes y las regulaciones del organismo, de las más simples a las más complejas de las funciones psicológicas. El cerebro procesa la información sensorial, controla y coordina el movimiento, el comportamiento y las funciones corporales homeostáticas, como los latidos del corazón, la presión sanguínea, el balance de fluidos y la temperatura corporal. La psique, al igual que el cerebro, está estructurada en distintos grados de complejidad que se han construido por etapas, a través del desarrollo ontogénico del hombre, cubriendo un amplio espectro, desde los centros analizadores de las señales, (lóbulos temporales) provenientes de los órganos sensoriales, hasta llegar a crearse las estructuras que posibilitan la existencia de pensamientos, sentimientos, voliciones, etc., en los lóbulos frontales. El psiquismo humano está íntimamente estructurado y conectado con la biología del cerebro, de la cual depende para existir, pero no es una propiedad biológica, no puede reducirse a lo biológico, porque es pasar por alto la transición de lo aprendido en las experiencias, estando ante un nuevo tipo de estructuración. En los seres humanos, el psiquismo surge de lo biológico con la mediación de la cultura social, otorgándole sentido factores como la educación, y presión recibidas y las que sigue recibiendo el individuo por el medio social y físico. Bibliografía • unificacionistas.wordpress.com/.../la-psiquis-humana/ • es.wikipedia.org/wiki/Psique – • lapiedrafilosofal.bligoo.es/.../La-psiquis-humana-y-su-relacion-con-la- intuicion-Parte-final.html -

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